Clímene, hija de Océano y de Tetis, fue seducida por Helios (el dios Sol), y de él tuvo a Faetón y a las Helíades. Sin embargo, Faetón pensaba que era hijo de Mérope, el esposo de Clímene. Hasta que un día Clímene le reveló quién era su verdadero padre. El joven comenzó a alardear con sus amigos de su linaje divino, pero ellos no le creyeron e incluso le acusaron de ser un mentiroso.
Faetón acudió a su madre y esta le aseguró que le había dicho la verdad y accedió a que fuese a visitar a su padre para que le preguntase. De este modo, Faetón partió hacia el palacio de Helios y cuando llegó, el dios le dio una cálida bienvenida, reconociéndole como hijo. Además, para probar que realmente era su padre, le prometió que le concedería cualquier deseo que le pidiera.
Pero, para gran sorpresa de Helios, Faetón le pidió conducir su carro a través del cielo al día siguiente. Helios trató de disuadirle pues Faetón era un mortal y ningún mortal podía conducir su carro incluso ningún dios podía conducirlo salvo el propio Helios. Una de las razones era que los caballos eran muy fogosos y por lo tanto muy difíciles de controlar. En conclusión, se trataba de una petición descabellada. Sin embargo, Faetón se mantuvo inflexible y el dios Helios muy triste tuvo que concederle su deseo tal y como le había prometido.
Al día siguiente, Faetón se subió al carro y por poco tiempo pudo controlarlo. Tal y como Helios había previsto, los fogosos caballos se desbocaron y dejaron de mantenerse en el camino. Faetón perdió totalmente el control del carro y este subió demasiado alto enfriando a la tierra, después bajó demasiado y la vegetación ardió y los ríos se secaron. La Tierra temiendo por su vida, le pidió ayuda a Zeus. Este lanzó un rayo contra el carro para detenerlo y Faetón cayó gravemente herido y se ahogó en el río Erídano.
Las hermanas de Faetón, las Helíades, lloraron tanto que los dioses se apiadaron de ellas y las transformaron en álamos. De este modo, continuaron llorando a su hermano y sus lágrimas se convirtieron en gotas de ámbar que caían al río resplandeciendo.
Créditos
Imagen de cabecera tomada de wikipedia.org: La caída de Faetón, de Jan Carel van Eyck.
Bibliografía
Hamilton, E. (2021). Mitología: Todos los mitos griegos, romanos y nórdicos. Editorial Ariel.
Hard, R. (2009). El gran libro de la mitología griega: Basado en el manual de mitología griega de H. J. Rose. Editorial La esfera de los libros S.L.









Replica a Nuria de Espinosa Cancelar la respuesta