Niels Lyhne

Niels Lyhne

A partir de hoy, 22 de septiembre, comenzamos a leer Niels Lyhne, de Jens Peter Jacobsen. La edición que vamos a utilizar es la de Acantilado, con la traducción de Ana Sofía Pascual, que podéis adquirir aquí.

La lectura se dividirá en cinco semanas. A continuación se pueden ver los capítulos que leeremos cada una de esas semanas.

Semana 1: Capítulos I, II, III

Semana 2: Capítulos IV, V, VI

Semana 3: Capítulos VII, VIII, IX

Semana 4: Capítulos X, XI, XII

Semana 5: Capítulos XIII, XIV

La dinámica consistirá en que cada fin de semana, en este mismo artículo, serán planteadas preguntas sobre lo que vayamos leyendo y podréis contestarlas a través de los hilos de comentarios que se irán abriendo. También podréis realizar vuestras propias preguntas, así como dejar vuestras impresiones sobre todo aquello que queráis compartir acerca de esta novela, siempre respetando el ritmo de lectura establecido para no hacer spoilers.

Además de comentar por escrito los capítulos leídos, estáis invitados/as a participar (día y hora por confirmar) en una videoconferencia. El único requisito será haber leído la obra completa. Será una ocasión especial para conversar, debatir y conocernos mejor como comunidad lectora. Tanto el enlace como los detalles serán enviados a las personas interesadas unos días antes.

Para figurar en el listado de participantes podéis dejar aquí mismo un comentario o bien acceder a nuestro grupo de Telegram:  t.me/clubalianzara. Ahí podéis indicar si vais a participar a través de los comentarios semanales por escrito, en la videoconferencia al final de la lectura, o si preferís uniros a ambas opciones.

Para quienes queráis dejar vuestros comentarios por aquí, os aconsejo que os hagáis una cuenta gratuita en WordPress si no tenéis una, para obtener un seguimiento de las respuestas que recibáis de los/as demás participantes. Otra opción es suscribiros dejando vuestro email aunque no es obligatorio. Lo que sí os pido, por favor, es que añadáis vuestro nombre siempre en el comentario en caso de que no estéis registrados. ¡Os espero!

Ficha de lectura

  • Título original: Niels Lyhne
  • Fecha de publicación: 1880
  • Autor: Jens Peter Jacobsen
  • Movimiento literario: Naturalismo / Realismo
  • Tipo de obra: Novela cuyo héroe se mueve entre el idealismo y el realismo, entre la fe y la razón.
  • Fecha inicio de lectura: 22/09/2025
  • Fecha fin de lectura: 26/10/2025

Sinopsis

«Niels Lyhne es un joven aspirante a poeta. La muerte de su tía Edele, de quien está enamorado platónicamente, le lleva a dar la espalda a la religión y abrazar el ateísmo. Niels Lyhne busca desesperadamente sentido a la vida en el arte y el amor. Sin embargo, durante unas vacaciones a Fjordby, en la costa danesa, Niels y su amigo Erik se enamoran de Fennimore. Ese triángulo amoroso desembocará en una tragedia que determinará el destino de los tres.» Stefan Zweig, El legado de Europa.

Participantes

  • Guardiana Saturno
  • Lucía
  • Mónica
  • Sonia
  • Gus
  • Cristina

Créditos:

Imagen de la portada procedente de Amazon.

Fuentes:

«Jens Peter Jacobsen.» Microsoft® Student 2007 [DVD]. Microsoft Corporation, 2006.

https://www.amazon.es/Niels-Lyhne-Jens-Peter-Jacobsen-ebook/dp/B0CKFCLY92

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Preguntas semana 1: Capítulos I, II y III

Capítulo I

El narrador nos presenta a Bartholine, una joven soñadora y con gusto por la poesía que no encuentra su lugar entre su familia, los Blider, y sus amigos. Un día llega un pretendiente, el joven Lyhne proveniente de una familia culta y muy viajera. Lyhne debe hacerse cargo de la hacienda Lønborggård y como los Blider son sus vecinos más cercanos, les hace una visita de cortesía. Durante la visita conoce a Bartholine y ambos se enamoran. Él le habla sobre todo lo que ha visto en sus viajes y sobre más cosas y Barholine siente que al fin ha encontrado a alguien con quien puede ser ella misma sin ser juzgada.

Bartholine era feliz, pues su amor hacía que el día se descompusiera en una concatenación de situaciones poéticas. Así, era poesía cuando iba a su encuentro por el camino, el encuentro era poesía, la despedida lo era; era poesía cuando ella, de pie en el montículo, a la luz de los últimos rayos del sol vespertino, le brindaba un último adiós y luego, melancólicamente alegre, subía a su pieza solitaria para seguir pensando en él tranquilamente. Y cuando rezaba por él en sus oraciones de la noche también era poesía.

Había abandonado aquellos deseos y anhelos indefinidos; la nueva vida, con sus estados de ánimo cambiantes, le bastaba, y sus pensamientos y opiniones habían adquirido mayor claridad, pues de pronto tenía a alguien a quien dirigirse abiertamente, sin miedo a ser malinterpretada.

Pasado un tiempo, Bartholine y Lyhne se casan, pero años después, Lyhne está exhausto de que todo gire en torno a la poesía y suspira por tener una vida más sencilla y menos esforzada. Decide que esa situación tiene que acabar porque él ya no tiene nada nuevo que ofrecerle a su esposa y su único consuelo es que ella está embarazada. Por su parte, Bartholine ya no tiene a Lyhne idealizado pues se da cuenta de que él ya no le puede proporcionar la poesía y el encanto que le había ofrecido durante el noviazgo.

Pero cuando finalmente la inutilidad de sus esfuerzos empezó a despertar dudas en ella de si su propio espíritu y corazón realmente eran tan ricos como ella había supuesto, lo soltó súbitamente, se volvió distante, fría y taciturna y buscó la soledad para llorar en paz sus ilusiones perdidas.

A Lyhne le entristeció y angustió aquel cambio en su relación y se afanó por remediar la situación mediante desgraciados intentos de volver a alzar el vuelo romántico y exaltado. Sin embargo, esto sólo sirvió para demostrarle a Bartholine con mayor nitidez cuán equivocada había sido su apreciación de él.

Así estaban las cosas entre los cónyuges cuando Bartholine trajo al mundo a su primer hijo. Era un niño y lo llamaron Niels.

Capítulo II

De algún modo el niño vuelve a unir a sus padres aunque hay muchas cosas que los separan. Lyhne está entregado a la explotación de sus tierras y a los asuntos parroquiales mientras que Bartholine se lamenta continuamente y se siente como presa en una cárcel.

Volvió a sumirse en los sueños, en los sueños de su juventud, pero había una ligera diferencia, pues ya no había una esperanza capaz de atravesarlos y, además, había aprendido que sólo eran sueños, seductores y lejanos espejismos que ningún anhelo en el mundo sería capaz de bajar a su tierra. Y, por tanto, cuando se abandonaba a ellos, lo hacía con turbación y a pesar de una voz recriminatoria en su interior que le decía que era como el borracho que sabe que su afición es perniciosa y que cada nueva borrachera son fuerzas que roba de su debilidad y añade al poder de su pasión. Pero aquella voz sonó en vano, pues una vida ebria, despojada del vicio alegre de los sueños, no es una vida digna de vivir. Al fin y al cabo, la vida tan sólo tiene el valor que le confieren los sueños.

Bartholine le cuenta a su hijo Niels muchas historias llenas de fantasía estimulando la imaginación del pequeño. Sin embargo, a veces él se siente inferior e insignificante para sus ambiciosos sueños y esto le hace rehuir de su madre y buscar a su padre quien le hablaba de un modo carente de toda fantasía.

Y se sentía tan a gusto al lado del padre, era tan feliz siendo su igual, que casi olvidaba que era el mismo padre al que, desde las alturas de su castillo hecho de sueños, solía vilipendiar compadeciéndose de él. Naturalmente, su conciencia infantil no le dejaba ver aquello con la nitidez y determinación que otorgan las palabras pronunciadas, pero estaba todo ahí, incompleto, todavía sin hacer, en forma embrionaria, indefinido y etéreo. Era como la extraña vegetación del fondo de un lago vista a través del hielo enturbiado; rompe el hielo o sácalo, oscuramente vivo, a la luz de las palabras: el resultado es el mismo, lo que ahora se ve y se palpa, en toda su nitidez, no es la oscuridad que antes había.

Capítulo III

Niels ya ha cumplido doce años y tiene un amigo que se llama Frithiof. Un mes después llegan a Lønborggård el señor Bigum (el nuevo preceptor) y Edele Lyhne (la hermana del padre de Niels).

Edele vivía en Copenhague, pero por recomendación médica se traslada a Lønborggård y Niels se enamora de ella.

Ella ya no era un ser humano como los demás, sino una criatura maravillosamente sublime, divinizada por la extraña mística de la belleza, y contemplarla le producía un placer palpitante, postrado ante ella en el corazón, arrastrándose a sus pies con rendida sumisión; sin embargo, a veces las ansias de adoración se tornaban tan apremiantes que exigían darles rienda suelta en una muestra rotunda de sometimiento y era entonces cuando atisbaba un momento para colarse en la habitación de Edele y besar, un número infinito de veces previamente determinado, la pequeña alfombra que presidía su cama, sus zapatos o cualquier otra reliquia que se le ofreciera a su fanatismo.

El señor Bigum también se enamora de Edele, pero ella no siente nada por él y cuando este le declara su amor ella le rechaza.

Usted me pregunta si no hay esperanza y yo le digo: no, no hay esperanza, no hay razón alguna para reírse de ello. Pero permítame que le diga una cosa. Desde el primer momento en que usted empezó a pensar en mí, debería haber sabido cuál sería mi respuesta y, de hecho, también la supo, ¿no es así?, la ha sabido todo el tiempo y, sin embargo, usted ha seguido precipitando todos sus pensamientos y deseos hacia la meta que sabía no podría alcanzar nunca. No me ofende su amor, Sr. Bigum, pero lo repruebo. Ha hecho lo que tantos otros hacen también. Uno cierra los ojos a la realidad, no quiere escuchar el «no» que clama contra sus deseos, pretende olvidar el profundo abismo que hay entre el anhelo y el objeto de su anhelo. Quiere que su sueño fructifique.

Preguntas semana 2: Capítulos IV, V y VI

Capítulo IV

Tras la muerte de Edele, Niels pierde su fe en Dios y no encuentra a nadie que le ayude a recuperarla.

Su fe se había arrojado contra las puertas del cielo en un vuelo a ciegas y yacía ahora con las alas quebradas sobre la tumba de Edele. […]

[…] Pero si Dios le había dado la espalda, él también podía darle la espalda a Dios. Si Dios no tenía oídos, él tampoco tenía labios; si Dios no sentía misericordia, él tampoco sentía adoración; y desafió a Dios y lo expulsó de su corazón.

[…] Había sido ahuyentado de la custodia del cielo, ningún ángel velaba por él, solo y desprotegido era conducido sobre las aguas extrañamente susurrantes de la oscuridad y la soledad se propagaba a su alrededor desde su lecho, en círculos cada vez más amplios. A pesar de ello, no rezó; aunque la añoranza le llevó a derramar lágrimas, no llamó.

Capítulo V

Medio año después de la muerte de Edele, la familia Lyhne se hace cargo de Erik, un muchacho de catorce años que quiere ser escultor. Niels, Frithiof y Erik se hacen amigos, pero tras un año y medio Erik es enviado a la capital para estudiar en la Academia de Bellas Artes y trabajar en el taller de Mikkelsen.

Al principio lo echaron mucho de menos, amargamente, pues parecía que todo se hubiera detenido para los dos que se habían quedado. Poco a poco, la vida se había ido desarrollando bajo el supuesto de que eran tres para vivirla. Ser tres significaba compañía, diversidad, variación; ser dos era la soledad y la nada.

¿A qué rayos podían dedicarse dos?

¿Acaso dos podían tirar al blanco, acaso dos podían jugar a la pelota? ¿Podían ser Viernes y Robinson Crusoe, eso sí, pero entonces ¿quiénes serían los salvajes?

¡Qué domingos! Niels estaba tan asqueado de la vida que primero se dedicó a repasar, luego, con la ayuda del gran atlas del Sr. Bigum, a ampliar sus conocimientos de geografía, mucho más allá de lo exigido. Al final empezó a releer la Biblia, y a escribir un diario; […].

[…] Tal como estaban las cosas, volvieron a aparecer vestigios de algo que, mientras estuvo Erik, no había osado manifestarse. Los sueños y las fantasías esparcieron sus flores de oropel a través del silencio despacioso de la vida insulsa, el aire onírico se posó sobre el alma, excitante y corrosivo, con su aroma a vida y los sutiles venenos de los presentimientos sedientos de vida ocultos en él.

Capítulo VI

Niels y Frithiof van a visitar a Erik en el taller de Mikkelsen. Allí conocen a la señora Boye y hablan con ella. Posteriormente conocerán a futuros poetas, pintores, actores y arquitectos.

[…] todos ellos artistas por la gracia de su juventud más que por su talento; todos ellos llenos de esperanza, valientes, combativos y muy fáciles de entusiasmar. Sin duda, entre estos soñadores silenciosos habría algunos que bramasen nostálgicos por los antiguos ideales de tiempos pretéritos, pero la mayoría de ellos estaba henchida de lo que antaño era nuevo, ebria de las teorías de lo nuevo, tocada por la fuerza de lo nuevo y cegada por su claridad matinal. […]

[…] Ya no era un solitario rey infante que reinaba sobre países soñados por él, no, era uno de la banda, un hombre e la tropa, soldado al servicio de la idea, de lo nuevo. Había una espada en su mano, y un estandarte le amparaba.

La familia de Niels, y en especial el viejo consejero, desaprueban las amistades del joven y muy especialmente el hecho de que Niels frecuentara la casa de la señora Boye y que fuera al teatro acompañado por ella y su sobrina.

La esposa del consejero le habló de ella a Niels, de la manera en que la vieja virtud habla de los deslices juveniles, pero Niels la interpretó de un modo que ofendió e incluso consternó a la consejera, pues el muchacho replicó hablando exaltadamente de la tiranía de la sociedad y de la libertad del individuo, de la probidad plebeya de la mayoría y de la nobleza de la pasión.

Preguntas semana 3: Capítulos VII, VIII y IX

Capítulo VII

Niels se enamora de la señora Boye y tiene los siguientes pensamientos con respecto a ella:

¡Cuán maravillosa, dulce y pura era! La amaba con un deseo devoto, de rodillas, le imploraba toda aquella belleza embelesadora postrado ante sus pies. Arrójate de tu trono y ven a mí. Conviértete en mi esclava, ponte tú misma la cadena de la esclavitud alrededor del cuello, pero no como si fuera un juego, pues yo tiraré de la cadena, tiene que haber docilidad en todos tus movimientos, sometimiento en tu mirada. Si pudiera someterte con un filtro de amor, no, nada de bebedizos, pues este te obligaría y tú responderías abúlicamente a su poder de coacción, y sólo yo seré tu amo, y yo abrazaré tu voluntad, roto, tendido entre tus manos sumisamente alargadas. Tú serás mi reina y yo tu esclavo, pero mi pie de esclavo se posará sobre tu orgullosa nuca de reina; no es locura lo que codicio, ¿pues acaso no es amor femenino mostrarse orgulloso y fuerte y someterse? Sé que es amor ser débil y dominar.

Capítulo VIII

Niels y la señora Boye inician una relación amorosa. Por otro lado, Niels se va alejando de sus amigos.

[…] Y entonces le sobrevino una triste sensación de desamparo, fue como si todo lo que había traído del hogar, de los viejos tiempos, hubiera muerto, dejándolo en la estacada, olvidado y abandonado. La puerta de vuelta a los tiempos pretéritos estaba atrancada y él se había quedado fuera, con las manos vacías y solo; lo que añoraba y quería tendría que ganárselo: nuevos amigos y nueva intimidad, nuevos amores y nuevos recuerdos.

Niels recibe la noticia de que su padre está gravemente enfermo y cuando el joven llega a casa, el padre ya ha muerto.

Fue un tiempo oscuro y penoso, aunque tuvo su faceta reconfortante puesto que unió a madre e hijo más de lo que habían estado en muchos, muchos años, pues pese a que se profesaban un gran amor mutuo, se habían contenido y había habido cierta reserva en su toma y daca desde los tiempos en que Niels se hizo demasiado mayor para sentarse en el regazo de su madre. Él se había angustiado por la impetuosidad y la exaltación de la naturaleza de ella, mientras que ella se había sentido afectada y extrañada por la timidez y el apocamiento que él demostraba; sin embargo, la vida, con sus vaivenes, sus represas y sus crecidas, había preparado sus corazones y pronto los volvería a unir.

La madre de Niels enferma y, cuando se recupera, ella y su hijo se van de viaje. Sin embargo, la señora Lyhne no siente la fascinación ni el fervor esperados. Tras llegar la primavera, la madre de Niels se va debilitando hasta que finalmente muere.

Cuanto más avanzaba la primavera, más débil estaba ella y pronto no pudo abandonar la cama; pero ya no temía a la muerte, la ansiaba, pues abrigaba la esperanza de encontrarse, en la ultratumba, cara a cara con el esplendor, alma con alma con la exuberancia de belleza que sobre la tierra la habían llenado de ansias cargadas de presentimiento que ahora se habían acrisolado y transfigurado a través de la creciente privación de muchos años de vida y por tanto por fin abrazaría su meta. Y soñó muchas veces un dulce y melancólico sueño de cómo en el recuerdo volvería a lo que la tierra le había dado, volvería a lo enarbolado en el país de la inmortalidad donde toda la belleza de la tierra siempre se hallaría en la orilla opuesta del lago.

Capítulo IX

Niels, tras la muerte de su madre, regresa a Copenhague. Cuando vuelve a ver a la señora Boye esta le dice que se ha prometido con un hombre de elevada posición social. Niels se siente más solo que nunca.  Llega la Navidad y Niels entra en un restaurante donde coincide con el doctor Hjerrild. Ambos hablan sobre religión.

—Pero —exclamó Niels Lyhne—, ¿es que no comprende que el día en que la humanidad pueda gritar con alegría y libertad: «Dios no existe», ese día se creará, como por arte de magia, un nuevo cielo y una nueva tierra? Sólo entonces el cielo será un espacio libre e infinito, en lugar de un amenazante ojo escrutador. Sólo entonces la tierra será nuestra, y nosotros seremos de la tierra, cuando ese mundo de oscura beatitud y condena allá fuera reviente como una burbuja. La tierra será nuestra verdadera patria, el hogar de nuestros corazones, donde no seremos invitados de piedra por un breve espacio de tiempo, sino para siempre. Y qué intensidad le conferirá a la vida cuando tenga que abarcarlo todo y nada quede fuera. La inmensa ola de amor que entonces se alzará hacia el dios creído cuando el cielo está vacío, esta ola se abalanzará sobre la tierra, con paso amatorio hacia las bellas cualidades y virtudes humanas con las que hemos potenciado y ataviado la divinidad para hacerla merecedora de nuestro amor. Bondad, justicia, sabiduría, ¿quién es capaz de nombrarlas todas? ¿No comprende la nobleza que se extenderá por la humanidad cuando esta pueda vivir su vida y morir su muerte libremente, sin temor al infierno ni esperanza del reino de los cielos, sino temiéndose a sí misma y depositando la esperanza en sí misma? De qué forma medrará la conciencia y qué consistencia adquirirá cuando la contrición y la humildad indolentes ya nada puedan expiar y ya no sea posible otro perdón que hacer el bien con el bien, el mal infligido con el mal.

Preguntas semana 4: Capítulos X, XI y XII

Capítulo X

A principios de verano Erik y Niels vuelven a encontrarse. Ambos van a visitar a la tía de Niels que está casada con el cónsul Claudi en Fjordby. Rosalie sabe que su marido le ha sido infiel, pero no le rechaza por ello.

Los Claudi tienen un hijo y una hija. La hija se llamada Fennimore. Ella y su padre van a reunirse con Erik y Niels cuando estos llegan a Fjordby. Niels está sorprendido ante la belleza de su prima, mientras que ella encuentra a Niels menos distinguido y decidido de lo que había imaginado.

Niels y Erik se enamoran de Fennimore:

[…] apenas habían pasado el ecuador de la primera semana cuando ambos se enamoraron de Fennimore. No con el enamoramiento maduro que necesita y tiene que conocer su destino, que anhela poseer y abrazar y sentirse seguro; todavía en el albor del primer amor que está en el aire como una extraña primavera y se hincha con un ansia que es melancolía, con un desasosiego que es felicidad suavemente palpitante. El corazón es tan blando e impresionable, tan dispuesto a abandonarse. Una luz sobre el lago, un susurro en el follaje, incluso una flor que se abría, todo ello adquiere un extraño y repentino poder.

Fennimore se enamora de Erik:

Además, ella se cuidaba de que todos tuvieran una buena impresión de ella, ahora que sus pensamientos estaban dirigidos a un único objeto, a Erik el Único, el señor privilegiado con su amor, él, al que ella amaba con una fiereza que no era suya y con una veneración idólatra que le horrorizaba. Había creído que el amor era una dignidad dulce, no un desasosiego abrasador, lleno de miedo y de humillación y de dudas.

Capítulo XI

Erik y Fennimore se casan y Niels no ha vuelto a verla desde que estuvo en Fjordby. A raíz de la boda, Niels se vuelve más apático, amargado y menos confiado. Ahora vive en Copenhague y solo mantiene amistad con el doctor Hjerrild.

Erik le escribe una carta a Niels pidiéndole que vaya a visitarle a Mariagerfjord para que le ayude a recuperar su talento. Erik desea volcarse en su trabajo artístico ya que tanto él como Fennimore han dejado de amarse, pero no encuentra la inspiración. Sin embargo, Erik se arrepiente de haberle pedido ayuda a Niels y espera que este no vaya a verle.

Pero Niels acudió, el caballero andante de la amistad en persona, y le fue dispensado, tal como era de esperar, el recibimiento, entre arisco y lastimoso, que siempre les han dispensado a los caballeros andantes aquellos por los que han sacado a Rocinante del acogedor establo. Pero puesto que Niels se mostró prudente y esperó, Erik acabó por abandonar su postura reservada y la vieja cordialidad volvió a resucitar. Y Erik necesitaba explayarse, necesitaba quejarse y confesarse, lo necesitaba con un apremio casi físico.

Niels y Fennimore se convierten en amantes.

Su amor no disminuyó, al contrario, a medida que se envileció se fue tornando más pasional y fervoroso, pero aquellas manitas robadas debajo de una manta, aquellos besos en el vestíbulo y detrás de las puertas, aquellas largas miradas justo debajo de los ojos del engañado le quitaron toda la magnanimidad. La felicidad ya no se posaba sobre sus cabezas, tenían que hurtarle su sonrisa y su luz donde podían y las artimañas y la astucia dejaron de ser una triste necesidad para convertirse en triunfos divertidos, la falsedad se tornó su elemento y los hizo tan mezquinos y pequeños. También había secretos humillantes que antes los habían entristecido, cada uno por su lado, manteniéndose ignorantes de ellos a los ojos del otro; ahora se veían obligados a compartirlos, pues Erik no era recatado y a menudo se le ocurría acariciar a su esposa en presencia de Niels, besarla, sentarla en su regazo y abrazarla, y Fennimore no se atrevía a rechazar o no tenía autoridad para rechazar aquellas caricias como había hecho antes; la conciencia de culpa la había tornado insegura y cobarde.

Fennimore recibe un telegrama que dice que Erik ha muerto.

Erik estaba muerto. Los caballos se habían desbocado, habían soltado el carro en una esquina y Erik había salido despedido de cabeza contra el muro. Se había aplastado el cráneo y ahora yacía muerto en la ciudad de Aalborg. Así fue como había muerto y eso era prácticamente lo que decía el telegrama. No lo había acompañado nadie en el coche, salvo el preceptor del cuello blanco, el árabe, y era él quien había enviado el telegrama.

Feenimmore se siente culpable por haberle sido infiel a su marido.  Llega Niels, y Fennimore le da la noticia de la muerte de Erik. Está furiosa con Niels.

—¿No te das cuenta de que te odio? —chilló—. ¿O es que ni siquiera tienes el cerebro de un hombre sincero, que no te das cuenta? ¡Qué ciega debí estar para amarte, a ti, hombre patrañero, teniéndolo a él a mi lado que era diez mil veces mejor que tú! Te odiaré y despreciaré el resto de mi vida. El día que llegaste, yo era una mujer decente, jamás había hecho nada malo, pero entonces llegaste tú con tu poesía y tu inmundicia y me sumiste en la miseria con tus mentiras. ¿Qué te había hecho yo para que no me dejaras en paz, yo que para ti debería ser sagrada, por encima de cualquier otro ser? Ahora tendré que vivir, día tras día, con esta mancha en mi alma y jamás conoceré a nadie tan vil sin que tenga que reconocer que yo soy aún más vil. Has envenenado todos mis recuerdos de juventud.

Niels empieza a caminar por el hielo, solo alejándose de la casa de Erik y Fenimmore. 

Pensó en Erik y en el amigo que él había sido para Erik. ¡Oh, él! Los recuerdos de la infancia retorcían las manos sobre él, los sueños de la juventud se cubrían la cabeza y lloraban por él, todo su pasado lo seguía con una mirada dilatada, llena de reproches. Lo había traicionado todo por un amor, tan vil y pequeño como él. Sin embargo, sí, había habido majestuosidad en aquel amor, y él lo había traicionado también. ¿Adónde debía huir de aquellos arrebatos que siempre acababan en la zanja? Toda su vida había sido una sucesión de impulsos y no sería de otra manera en el futuro, lo sabía, lo sabía con toda certeza, y se sentía languidecer ante la perspectiva de todas estas penalidades innecesarias y deseaba con toda el alma poder zafarse de ellas y liberarse de este su destino absurdo. Si al menos se rompiera el hielo sobre el que se deslizaba y todo se acabara con un jadeo y una convulsión en las frías aguas.

Capítulo XII

Después de la muerte de su amigo, Niels vaga por el extranjero durante dos años.

Estaba tan solo. No tenía parientes, ningún amigo del alma. Sin embargo, le oprimía una soledad mayor que aquella: pues bien puede plañir y sentirse abandonado quien no tiene ni un palmo de esta tierra inmensa que pueda bendecir y desearle lo mejor, adonde dirigir su corazón cuando el corazón quiere henchirse, que pueda añorar cuando la añoranza quiere abrir sus alas; pero si tiene la estrella brillante y permanente de un cometido vital titilando sobre su cabeza, no hay noche que sea tan solitaria que se encuentre totalmente solo. Pero Niels no tenía estrella alguna. No sabía qué hacer con su vida y sus aptitudes. Sin duda, era una suerte que tuviera talento, simplemente no sabía utilizarlo y andaba por ahí sintiéndose como un pintor sin manos.

Niels se establece en Riva, pero se declara la cólera en Venecia y los hoteles se vacían. En el hotel donde se hospeda Niels tan solo se quedan él, la cantante de ópera Madame Odéro y su dama de compañía y un doctor vienés sordo.

Niels y madame Odéro llegan a una gran intimidad.

No era que estuvieran enamorados, o al menos no lo estaban demasiado; era una de esas relaciones indefinidas y agradables que puede surgir entre un hombre y una mujer que han superado la primera juventud, sus inflamaciones y sus ansias de ir en busca de la felicidad desconocida.

Pero madame Odéro se marcha y le deja solo una nota de despedida de pocas palabras a Niels.

Niels no se asombró, tan sólo se quedó triste pero sin enfadarse en absoluto, y aun tuvo una sonrisa resignada para aquella nueva hostilidad del destino. Pero cuando aquella noche se vio en el jardín vacío, iluminado por la luna, contándole al hijo pequeño del dueño del hotel el cuento de la princesa que volvió a encontrar su plumaje y abandonó a su amado para volver al país de las hadas, le sobrevino la añoranza de Lønborggård, de sentir que algo se ceñía a su alrededor como un hogar, lo atraía y lo retenía, no importa cómo. Ya no podía soportar la futilidad de la vida por más tiempo, el ser abandonado y siempre arrojado hacia sí mismo. ¡Ningún hogar en la tierra, ningún Dios en el cielo, ninguna meta en el futuro! Al menos quería tener un hogar. Lo amaría y lo haría suyo, aquel terruño, en su grandeza y su insignificancia, cada piedra, cada árbol, inanimado o vivo, repartir su corazón entre todo aquello, para que nunca pudiera volver a abandonarle.

Preguntas semana 5: Capítulos XIII y XIV

Capítulo XIII

Niels vuelve a Lønborggård y allí se dedica a dirigir una explotación. Tan solo se relaciona con el canciller Skinnerup, viudo y con cuatro hijas. Una de ellas, Gerda, se enamora de Niels y este se fija en ella.

[…] Niels prestó más atención a Gerda y por cada día que pasó se fue dando cuenta de lo dulce y maravillosa que era, y poco a poco sus pensamientos fueron buscando con mayor asiduidad aquella confiada muchachita.

Niels se enamora de Gerda y, tras el consentimiento del canciller, se casan.

La amaba, a la joven esposa que había conquistado con toda la delicadeza de la mente y el corazón, con toda la solicitud afectuosa y tierna de la que es capaz un hombre que conoce la tendencia del amor a decrecer y cree en la capacidad del amor para agrandarse.

Niels le explica a Gerda su opinión respecto a Dios.

[…] le enseñó cómo la fe en un dios personal que conduce al bien y que en otra vida castiga y recompensa, cómo eso representaba una huida de la dura realidad, un intento impotente de atenuar la arbitrariedad desconsolada de la vida. Le mostró cómo aquello tenía necesariamente que debilitar la compasión de los hombres por los infelices y mermar su disposición a poner todo el empeño en ayudarlos, si podían descargar la conciencia pensando que la corta vida que se lleva en este mundo abre el camino sufriente a una eternidad vivida en esplendor y alegría.

[…] ella era valiente; bien es cierto que las enseñanzas de Niels la conmocionaron en lo más profundo de su alma y a menudo precisamente las más insospechadas, pero la fe que tenía en él no conocía límites, su amor la llevó a alejarse del cielo y la fuerza de su amor la convenció. Y cuando, con el tiempo, lo nuevo se tornó habitual y familiar, Gerda se volvió sumamente intolerante y fanática, tal como suele pasarles a los jóvenes discípulos que aman a su maestro. Niels la censuraba a menudo, pero ella eso no lo entendía, pues si lo suyo era lo verdadero, lo de los demás tenía que ser abominable y reprobable.

Niels y Gerda tienen un niño y ambos son felices hasta que Gerda enferma y fallece. Poco después el niño también enferma. Ningún médico puede acudir y Niels se siente impotente por no poder hacer nada por sanar a su hijo.

Alzó los puños en un gesto amenazador dirigido al cielo, extendió los brazos hacia su hijo con la descabellada intención de huir y luego se arrojó de rodillas al suelo rezando al Señor de los cielos que mantiene el mundo acongojado mediante suplicios y castigos, que envía miseria y enfermedad, sufrimiento y muerte, que pretende que todas las rodillas se doblen temblorosas y den la espalda a todo aquel para quien no hay huida posible, ni al mar más extremo, ni a los abismos más profundos, a Él, Dios, quien, si le conviene, pisará a quien tú más amas en este mundo y lo atormentará bajo su pie devolviéndole al polvo del que él mismo lo creó.

Sumido en estos pensamientos, Niels Lyhne rezó a Dios y se arrojó impotente ante el trono celestial, admitiendo que suyo era el poder, sólo suyo.

Pero el niño siguió sufriendo.

Hacia la madrugada, cuando el viejo consejero de guerra, el médico de la hacienda, entró por la puerta, Niels estaba solo.

Capítulo XIV

Niels se arrepiente de haber rezado a Dios.

De nada serviría tildar aquella oración que había rezado en un grito desesperado de ayuda de un padre, aun a sabiendas que nadie había escuchado su súplica. Había sabido lo que hacía en medio de la desesperación. Había sido tentado y había caído; era realmente el pecado original, el abandono de sí mismo y de la idea. Seguramente, la tradición había tenido demasiada presencia en su sangre; en momentos de penuria y desdicha, el género humano había clamado al cielo durante tantos milenios y ahora él había cedido a aquel imperativo heredado.

Ante una guerra inminente, Niels se alista de voluntario en el ejército. Una bala alcanza el pecho de Niels.

Allí estaba Niels Lyhne, postrado en la cama. La bala había atravesado el pulmón derecho y no había salido.

En la guerra no se puede uno andar con rodeos y le dijeron que no tenía demasiadas posibilidades de salvar la vida.

A Niels le sorprendió, pues no se sentía herido de muerte y no sufría grandes dolores. Sin embargo, pronto le sobrevino un cansancio que le anunció que el médico estaba en lo cierto.

Niels piensa mucho en Gerda y también cómo todas las personas que ha conocido le han terminado dejando solo.

Pero si volvía a pensar en los hombres volvía a enfermar su mente. Los evocó uno por uno, y todos pasaron de largo dejándolo a solas, y no quedó ni uno. Pero ¿qué había hecho él para detenerlos, para mantenerlos a su lado? ¿Les había sido fiel? Simplemente había sido más lento a la hora de soltarse. No, no era eso. Sino la gran tristeza que supone saber que tu alma siempre está sola. Era una falacia creer en la fusión entre un alma y otra. Ni la madre que te ampara en su regazo, ni un amigo, ni la esposa que descansaba contra tu pecho…

Niels está muy grave y Hjerrild, el médico, le pregunta que si quiere ver a un sacerdote. Niels le dice que no. El médico se dice a sí mismo:

—Si yo fuera Dios —murmuró, prosiguiendo su discurso en sus pensamientos—, preferiría con mucho beatificar a aquel que no se convierte en el último momento.

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¡¡¡Importante!!! He creado dos nuevos comentarios titulados Preguntas semana 4: Capítulos X, XI y XII y Preguntas semana 5: Capítulos XIII y XIV. Por favor, id añadiendo vuestras respuestas ahí. ¡Muchas gracias!

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12 respuestas a “Niels Lyhne”

  1. Avatar de Cristina Rubio

    Preguntas semana 5: Capítulos XIII y XIV

    ¡Hola! Ya tenéis disponibles las preguntas de la última semana en este mismo artículo. Por favor, responded contestando a este comentario para mantener un orden. Como ya sabéis, sois libres de responder a las preguntas que queráis, plantear más cuestiones o comentar otros aspectos de esta parte de la novela que os parezcan interesantes.

    Os agradezco mucho a quienes habéis participado con vuestros maravillosos comentarios. Ha sido un auténtico placer. Desgraciadamente, no voy a poder continuar gestionando este blog, así que esta ha sido nuestra última lectura compartida. Pero me alegra poder anunciaros que tengo un nuevo proyecto en marcha, mucho más personal, en donde voy a compartir todas las actividades artísticas que llevo a cabo. Se llama El infinito en mí y estáis todos invitados. Espero que tengáis unas muy Felices Fiestas 🎄y un maravilloso Año Nuevo 🌟. ¡Un fortísimo abrazo! ​🤗​🥰​

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  2. Avatar de Cristina Rubio

    Preguntas semana 4: Capítulos X, XI y XII

    ¡Hola! Ya tenéis disponibles las preguntas de la cuarta semana en este mismo artículo. Por favor, responded contestando a este comentario para mantener un orden. Como ya sabéis, sois libres de responder a las preguntas que queráis, plantear más cuestiones o comentar otros aspectos de esta parte de la novela que os parezcan interesantes. ¡Muchas gracias y un abrazo! 

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  3. Avatar de Cristina Rubio

    Preguntas semana 3: Capítulos VII, VIII y IX

    ¡Hola! Ya tenéis disponibles las preguntas de la tercera semana en este mismo artículo. Por favor, responded contestando a este comentario para mantener un orden. Como ya sabéis, sois libres de responder a las preguntas que queráis, plantear más cuestiones o comentar otros aspectos de esta parte de la novela que os parezcan interesantes. ¡Muchas gracias y un abrazo! 

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    1. Avatar de Lucía
      Lucía

      ¡Hola!

      Antes de comentar el pasaje que mencionas, Cristina, me gustaría destacar dos momentos que me han llamado la atención del capítulo VII:

      • El momento -lo que más me ha gustado es la forma en la que el autor lo ha narrado- en el que Niels se revela ante una vida no vivida, llena de fantasías, impostada, demasiado fría y reflexiva, incluso fingida.
      • La figura, más pragmática y menos soñadora, de la señorita Boye, cuando habla del ideal del hombre, lo que ella misma denomina “violación de nuestra naturaleza”, “adiestramiento” y “domesticación”. Boye defiende cómo elevar a las mujeres a un ideal, una divinidad, nos despoja de nuestra propia naturaleza y de nuestro propio ser. Contrario a lo que se pueda pensar, esa idealización nos hunde más, pues nos obliga a cumplir con ella y suprimir nuestro propio ser o fingir algo que no somos. Esto me ha hecho pensar en el canon de belleza y las implicaciones de este constructo social (no solo creado, o no solo en la actualidad, por el hombre que idealiza a la mujer, como aquí dice la señorita Boye). ¿Vosotras qué pensáis sobre esto?

      Bien, ahora, el pasaje en el que Niels habla de su amor por la señora Boye… Bueno, yo creo que, es un amor, primero, casi iniciático, ¿no? (porque habla de que es mayor, de que ya no tiene influencia sobre él el mundo de los elfos, etc.). Pero, bueno, creo que es un deseo idealizado, justo todo lo que odia y rechaza la señora Boye (y, de hecho, creo que ella también idealiza su relación con Niels). Además, parece como que Niels no la ama o valora como persona completa, sino como algo idealizado y, de hecho, quiere hacer suya esa parte “inalcanzable” de la señora Boye. Por otro lado, eso de la sumisión y demás… no sé, me parece todo un poquito turbio como para que sea amor de verdad, no lo sé (la idea de que conciba las relaciones como algo jerárquico y asimétrico me hace pensar que algo va mal). No sé si es un pensamiento de la época o algo más universal. Primero, aunque él quiera dominar, también parece señalar que quiere ser dominado, lo que me hace “descartar”, en parte, el pensamiento machista de la época (muy entre comillas, evidentemente); aunque, eso de la adoración de la mujer como algo divino me suena mucho al Romanticismo. Y, como dices, Cristina, el “no es locura lo que codicio” parece una justificación y, en este caso, como un intento de hacer pasar su idea de amor como amor verdadero.

      Sigo con el capítulo VIII. La relación que inician Niels y la señora Boye me parece poco “sana”, digamos. Me da la sensación de que no tiene lo que debe tener una relación bien construida para que funcione correctamente (entre la idea de amor que tiene él y lo que se cuenta en este capítulo del “mito” que ama la señora Boye…). Parece un amor más idealizado y soñado que vivido realmente. El pasaje en el que explica cómo se distancia de Frithiof me ha resultado incluso hasta algo “cruel”: no consigo empatizar con Niels e incluso lo veo algo soberbio y arrogante, no sé… Aunque con Eric sigue manteniendo una buena relación y me ha gustado mucho cómo el escritor narra esa desviación de caminos entre los amigos, pero el mantenimiento del amor y del apoyo mutuo. Niels, como dices, Cristina, ve la puerta al pasado atrancada- La verdad que este desamparo no sé si interpretarlo como madurez o como vacío existencial porque me da la sensación de que Niels está entrando en una dinámica poco “sana”, en todos los sentidos (no le quedan amigos y solo tiene a la señora Boye, la idea de amor que tiene por la señora Boye es bastante cuestionable… No sé).

      Niels, a continuación, recibe la noticia de que su padre ha muerto. Me ha gustado mucho cómo el autor describe el sentimiento de culpabilidad e “infidelidad” por olvidar el hogar y el recuerdo de todas las malas acciones que dedicamos a aquella persona que ha muerto y que ahora no podemos arreglar o remediar. Luego, es la madre la que enferma. Niels, para facilitar su recuperación, decide llevársela de viaje y poder cumplir todos esos sueños de su madre. No obstante, se ve decepcionada (¿quizá es, este punto, otro “aviso” o mensaje sobre lo “peligroso” que puede resultar crear expectativas y sueños inalcanzables?). La madre, entonces, ya no teme a la muerte sino que en ella ve la oportunidad de acceder a ese “país de la inmortalidad”: es, quizá, un consuelo y una ilusión, ambas, si es que se pueden diferenciar en algo. No sé si va a haber un cambio en el rumbo vital de Niels, espero que sí jajajajaja, veo que ahora tiene una vida un poco vacía y sinsentido.

      Termino ya con el capítulo IX. Bueno, bueno… giro en los acontecimientos. La señora Boye pasa a formar parte de lo que tanto ha criticado y menospreciado. Me ha dado mucha pena la parte en la que dice que las mujeres no nos llevamos bien con la excepcionalidad y que no aguantamos la libertad porque hay en nosotras un sentido por la rectitud e incluso la mojigatería. Me ha parecido un mensaje tristísimo. Y el encuentro entre Niels y la señora Boye… cuanto menos, curioso… ¿qué opináis vosotras de este encuentro y de las decisiones y posturas de ambos? Por otro lado, qué solo está Niels en Navidad y cómo contrasta eso con otras personas, felices, festejando y acompañadas. Pero bueno, se encuentra a un conocido con el que puede conversar durante la cena. Y hablan sobre religión. Primero, en esta conversación, me ha gustado mucho cómo el personaje del médico ha hablado de la dificultad de pensar diferente a los demás, ha elegido muy buenas palabras para expresarlo. Por otro lado… uf… la conversación sobre la religión. Yo siempre he pensado que la fe da mucha vida y esperanza a las personas que la tienen, pero que los que no la tienen quizá puedan encontrar ese motor en otro sitio. En este caso, la imagen que Niels ha dado de Dios me ha parecido, en cierta manera, “injusta”, hablando de “ojo escrutador”, de “condena”, del cielo/infierno. ¿No es Dios fuente de amor, consuelo y bondad para muchos o Dios se resume en ese ser malvado y despótico que presenta Niels? No obstante, entiendo el punto de que la moral se rija por los actos humanos y no por motivos divinos… Propone una libertad… pf… auténtica pero peligrosa (¿podría sostenerse? Lo veo demasiado utópico…). Me ha parecido una conversación muy interesante. Yo creo que el discurso de Niels es más bien rebelión (¿como una forma de consuelo, quizás?) y también una reacción ante el dolor (¿es ateo porque realmente no cree en Dios o porque está enfadado con Dios?). La verdad que Niels, poco a poco, va perdiendo todo el amor que lo rodeaba y la fe que tenía… no sé qué pueda quedarle…me parece un personaje así como un poco trágico, ¿no?

      Siendo sincera, chicas, estos capítulos se me han hecho un poco cuesta arriba, eh, me han parecido bastante bastante bastante aburridos, aunque el giro del capítulo IX me ha reenganchado un poco a la historia. Sin embargo, el libro está muy bien escrito y me gusta mucho cómo el autor transmite ciertos sentimientos, emociones o ideas. Esa parte más “poética” del libro la estoy disfrutando mucho, pero el hecho de que todo avance tan lento y haya pasajes taaaan largos -y a veces, muy complejos- me saca un poco de la lectura. Además, como os he dicho, no consigo empatizar con el protagonista (no me cae bien, la verdad, me parece un tío un poco arrogante😂).  ¡Nos leemos!

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  4. Avatar de Cristina Rubio

    Preguntas semana 2: Capítulos IV, V y VI

    ¡Hola! Ya tenéis disponibles las preguntas de la segunda semana en este mismo artículo. Por favor, responded contestando a este comentario para mantener un orden. Como ya sabéis, sois libres de responder a las preguntas que queráis, plantear más cuestiones o comentar otros aspectos de esta parte de la novela que os parezcan interesantes. ¡Muchas gracias y un abrazo! 

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    1. Avatar de
      Anónimo

      Hola a tod@s:
      Puesto que veo que nadie se atreve a dar su opinión, me lanzo yo la primera a la piscina vacía. ¡Qué capítulos más aburridos! 😅 Si acaso salvo alguno, sería el 6. Al menos en ese, el autor hace una especie de parodia sobre lo elitistas que pueden llegar a ser los artistas; muchas veces ni entre ellos mismos se entienden (o la que no entendí nada fui yo).

      También me ha parecido interesante la descripción de la nueva corriente que siguen los jóvenes, eso que llaman “LO NUEVO”, con su propia estética y sus propios mitos. El autor reconoce que con el tiempo esa pasión se apaga, pero que, al menos, se ha vivido intensamente. Y tiene razón: ¿quién no ha visto una foto de su juventud y ha pensado “¡qué pinta llevaba!”? Pero en ese momento estabas completamente inmers@ en LO NUEVO, creyendo que era lo más.

      Y por último, confieso que espero que la Sra. Boye dé más juego en los próximos capítulos, porque me parece, hasta ahora, el personaje más interesante de todos.

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    2. Avatar de Lucía
      Lucía

      ¡Hola de nuevo!

      En el capítulo IV me parece muy interesante esa idea de la pérdida de fe. Esto es algo que siempre me ha llamado la atención: ¿Por qué un Dios bondadoso, justo y amoroso permite la muerte y el sufrimiento? ¿El sufrimiento es parte de una desarrollo espiritual; la muerte y el sufrimiento se compensan con la idea de la vida eterna…? La pérdida de fe en Niels me hace pensar en una mezcla de sentimientos: abandono, sufrimiento, decepción e incluso ira: Dios lo ha abandonado. Yo creo que puede ser “fácil” empatizar con Niels porque su reacción es natural dentro de las circunstancias en las que se encuentra: ¿cuánta gente no habrá sufrido ese cuestionamiento de Dios ante la pérdida injusta de un ser querido y el sufrimiento que ello conlleva? Quizá su rebeldía contra Dios sea un poco de ambas: una forma de fortaleza (rechazar un sufrimiento injusto) y una forma de desesperación (la forma de salir y sobrellevar un sufrimiento tan terrible). Es muy buena la imagen que comentas, Cristina, de “las alas quebradas sobre la tumba de Edele”: la fe de Niels asciende al cielo para pedir a Dios que no lo abandone y que no permita la muerte de Edele, pero no es posible y la fe cae con las alas rotas sobre la tumba de Edele: la fe de Niels no ha podido salvarla y cae junto a ella. Y yo creo que en el caso de lo que representa la fe perdida es también ambas: un vínculo roto con lo divino (Dios lo ha abandonado en su sufrimiento) y, a la vez, una ruptura con su propia identidad (le permite replantearse ciertos aspectos, cambiar su forma de ser y entender la vida, etc.). Y esta pérdida de fe puede ser una condena en el sentido de que deja a Niels desamparado, en soledad, desubicado; pero también de libertad por ello mismo, para crecer a partir de esto e ir constituyendo su “yo” a través de las experiencias vividas. Por cerrar el comentario de este capítulo, tengo que decir que ningún personaje literario me había hecho reflexionar sobre esto hasta el momento (lo poquito que he leído no ha abordado esta cuestión) y este es un tema que, desde la fe cristiana (no conozco casi nada de otras religiones), me llama mucho la atención. 

      En el capítulo V, Niels y Frithiof tienen que despedirse de Erik. La soledad de ambos es resultado de la ausencia de Erik, por lo que es una soledad algo triste (han “perdido” a su amigo) y existencial (ahora ven que estar los dos no tiene sentido). “Ser tres” significaba vida porque eran felices, hacían cosas, etc. y ahora, tras conocer eso, tienen que volver a “ser dos”, a reducirlo todo a eso (aunque creo que igualmente se puede ser feliz siendo dos). La fantasía y la imaginación, que antes se habían abandonado por la presencia e influencia de Erik, vuelven a Niels, como un nuevo despertar y una manera de seguir viviendo a pesar de las adversidades: le acompaña y le salva de la soledad, la rutina, el vacío y la melancolía. En cuanto a “oropel” y “venenos”, entiendo que, como en el caso anterior, el narrador nos recuerda la importancia de la fantasía y de la imaginación y del poder de ambas en la vida, pero advierte de sus peligros. ¡¡No me había percatado de esta imagen y me parece muy interesante que la hayas señalado, Cristina!! No sé qué sentido darle a que Niels vuelva a leer la Biblia: ¿una reconciliación? No sé si me parece más inquietante la soledad como tal o la vida interior que empieza a crecer en medio de esa soledad (¿qué vida interior surgirá y hacia dónde irá?) …

      En el capítulo VI, quizá eso de ser “artista por la gracia de la juventud más que por el talento” recoge el potencial de la propia juventud: basta con el entusiasmo y la actitud juvenil de querer o ser artista para serlo. Y quizá la imagen de los jóvenes cegados por la “claridad matinal” va un poco por ahí: una nueva generación que cree y defiende algo nuevo (aunque esa idea de “cegados” me hace pensar en algo más bien “negativo” en el sentido de que quizá están tan ensimismados en lo nuevo que son demasiado idealistas en su defensa, incapaces de ver más que eso). Ahora Niels pasa de ser un soñador solitario a sentirse “soldado al servicio de la idea”: ha encontrado su lugar, donde madurar, crecer, desarrollarse, donde dejar esa soledad que lo rodeaba siempre para sentir que forma parte de algo. Las nuevas amistades de Niels son vistas como algo “peligroso” y “malo” por parte de su familia: es un desvío al orden establecido que esperan para él (las amistades, las salidas con la señora Boye, etc., no son moralmente aceptadas y son rechazadas al considerarse “peligrosas” para su reputación y para el desarrollo que esperan de él). Yo creo que la defensa de Niels es, más bien, valentía (aunque motivada por esa fuerza y ese ímpetu juvenil): se atreve a cuestionar y desafiar lo moral y socialmente “aceptable” y establecido. De hecho, esa contraposición entre “probidad plebeya” y “la nobleza de la pasión” quizá tenga que ver con eso: la “honradez” que le quieren imponer como algo plebeyo, por debajo de la pasión, que tacha de “noble”. No sé si el narrador simpatiza con una de las dos posturas o no, pero quizá como en otros casos anteriores, tengamos un punto medio (igual que una juventud con mucha fuerza pero a la vez quizá demasiado cegada, desengañada o idealista).

      En mi caso, estos capítulos no me han resultado aburridos (o no aburridos del todo jajajajaja) y la historia me sigue llamando la atención (sobre todo, como dice Sonia, lo que podamos leer de la señora Boye, ¡es un personaje muy curioso!). Veremos cómo continúa la lectura 😊. ¡Un abrazo!

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    3. Avatar de Cristina Rubio

      Holaaa, chicas!!!

      Sonia, me encanta lo que comentas sobre el sexto capítulo: “el autor hace una especie de parodia sobre lo elitistas que pueden llegar a ser los artistas; muchas veces ni entre ellos mismos se entienden”. Yo también lo he interpretado así. Y es que en el arte qué a menudo se ha maltratado a quienes se atrevieron a ir más allá y crear un estilo diferente a lo ya impuesto. Por otro lado, cuántas veces se desprecia lo antiguo en favor de lo nuevo. Como muy bien dices, los artistas a veces no se entienden ni entre ellos jajajajaja. Respecto a lo que comentas de la señor Boye, yo también la veo como el personaje más interesante de todos.   

      En el capítulo IV, coincido contigo, Lucía. Creo que el dolor y la incomprensión de que un Dios bondadoso permita que pasen cosas tan terribles como la pérdida de alguien querido es lo que hacen que Niels pierda su fe. Pienso que es algo que sucede muy a menudo y veo que esa pérdida de fe como una reacción desesperada. En cuanto a las alas quebradas me encanta tu interpretación, Lucía: “la fe de Niels asciende al cielo para pedir a Dios que no lo abandone y que no permita la muerte de Edele, pero no es posible y la fe cae con las alas rotas sobre la tumba de Edele: la fe de Niels no ha podido salvarla y cae junto a ella”. Creo que cuando Niels pierde su fe está rompiendo no solo con Dios sino con una parte importante de sí mismo, que es su parte espiritual. No veo libertad ni condena en el distanciamiento de Niels con respecto a Dios sino un vacío existencial que nada ni nadie podrá llenar. Coincido contigo Lucía, ningún personaje literario que recuerde me ha hecho reflexionar tanto sobre la fe o la falta de ella.

      En el capítulo V, Niels y Frithiof echan mucho de menos a Erik y sienten una soledad que yo describiría más bien como rutinaria. Se han acostumbrado a ser tres y ahora tienen que cambiar sus hábitos con la partida de Erik.  El hecho de que ser tres signifique “vida” y dos signifique “nada” demuestra la resistencia al cambio que sienten tanto Niels como Frithiof. En cuanto a la imaginación de Niels siento que es más bien un refugio para él y sí, cuando el narrador habla de “flores de oropel” y “venenos de los presentimientos sedientos de vida”, pienso que se refiere a la fantasía como algo peligroso, es una vía de escape pero a la vez es un camino lleno de peligros. Como muy bien señalas, Lucía: “el narrador nos recuerda la importancia de la fantasía y de la imaginación y del poder de ambas en la vida, pero advierte de sus peligros”. Por otro lado, que Niels vuelva a leer la Biblia creo que marca claramente su necesidad de dar sentido a su existencia. Creo que por mucho que reniegue de Dios siempre terminará buscándolo. Quizás lo más inquietante de este capítulo es la vida interior que empieza a crecer en Niels en medio de la soledad ya que marcará su destino.

      En el capítulo VI, cuando el narrador dice “todos ellos artistas por la gracia de su juventud más que por su talento;” creo que se refiere a que la juventud suele ir acompañada de arrojo y valentía a la hora de crear cosas nuevas y esto les hace artistas más que su talento, puesto que aún no tienen la experiencia necesaria para desarrollarlo. También me gusta mucho tu interpretación, Lucía: “quizá eso de ser “artista por la gracia de la juventud más que por el talento” recoge el potencial de la propia juventud: basta con el entusiasmo y la actitud juvenil de querer o ser artista para serlo”. Por otro lado, pienso que al ser jóvenes ven la vida de forma idealista y eso les ciega puesto que no ven la realidad tal cual es sino la ven distorsionada. En este capítulo Niels parece alejarse de la soledad para sentirse miembro de un grupo de soñadores. Ahora tiene una espada en la mano y un estandarte porque es un soldado más al servicio de unas ideas que comparte con otras personas. En cuanto a la desaprobación de la familia de Niels y el viejo consejero sobre la relación del joven con la señora Boye y sus nuevas amistades creo que es producto del temor de desafiar las convenciones sociales: la señora Boye es mayor que Niels y los nuevos amigos de él son personas que quieren romper con lo antiguo para dar paso a las nuevas ideas. Niels reacciona ante esa desaprobación defendiendo la libertad del individuo y la nobleza de la pasión con valentía y a la vez con soberbia. El protagonista contrapone la honradez con la nobleza de la pasión, pero al igual que tú, Lucía, no sé muy bien con qué postura empatiza el narrador. Por mi parte, tal y como señalas, creo que como todo en la vida, no hay que irse a los extremos. Esto es algo que ya hemos comentado en lecturas anteriores. En el equilibrio está la clave.

      En cuanto a lo que comentáis sobre la historia en general, sí que veo que tiene un ritmo quizás demasiado lento, y puede resultar aburrido. Sin embargo, yo también estoy disfrutando esta obra porque plantea cuestiones muy interesantes y está escrita de forma muy bella. ¡Continuemos! ¡Un abrazo!

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  5. Avatar de Cristina Rubio

    Preguntas semana 1: Capítulos I, II y III

    ¡Hola! Ya tenéis disponibles las preguntas de la primera semana en este mismo artículo. Por favor, responded contestando a este comentario para mantener un orden. Como ya sabéis, sois libres de responder a las preguntas que queráis, plantear más cuestiones o comentar otros aspectos de esta parte de la novela que os parezcan interesantes. ¡Muchas gracias y un abrazo! 🤗❤️

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    1. Avatar de Soniabi

      Hola a tod@s.

      Antes que nada, confieso que no soy muy fan de los libros que se recrean describiendo hasta el último botón de la chaqueta ni de los que se empeñan en usar quince adjetivos para decir que algo es azul. Yo soy más de lenguaje directo y sin florituras (quizá por eso la poesía y yo no seamos muy amigas).

      Este libro, sin embargo, viene cargadito de ambas cosas. Aun así, todo es soportable si el argumento logra captar mi atención, y por ahora lo está consiguiendo. Incluso a pesar de que el autor, de momento, no parece tratar demasiado bien a los personajes femeninos. Veremos cómo continúa.

      Y ahora intento contestar a alguna de las preguntas.

      • Soy muy práctica y por lo tanto entiendo más la postura de Lyhne que la Bartholine. Que te guste la literatura poesía etc… no te hace una persona especial (aunque no cuentes con nadie alrededor que le guste). Los sueños son un motor importante en la vida pero si no eres capaz de aceptar tu realidad y disfrutarla vas mal. Y el comportamiento con su hijo me parece deplorable, no todos podemos ser iguales, ni aunque sea tu hijo y creo que en vez de motivarlo, lo que está haciendo es crearle traumas. Respecto a Lyhne, en el amor y la guerra todo vale pero si aparentas lo que no eres por amor no podrás mantener la farsa mucho tiempo.
      • Al igual que Elene tampoco me fascina el mundo rural, pero creo que ella se pasa, es soberbia y se cree mejor. El rechazo al señor Bigum también lo realiza desde esa postura. Quizás al final, cuando muere y se nos ofrece la revelación de que ella también ha sido rechazada, se pretende justificar un poco su actitud pero …. por mi parte no lo consigue.
      • Creo que el enamoramiento de Niels es totalmente idealizado por juventud, aunque la trágica muerte de su enamorada puede convertirlo en un trauma algo más importante a largo plazo, sobre todo por la influencia de la madre.

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      1. Avatar de Lucía
        Lucía

        ¡Hola a todos/as! Comenzamos con una nueva lectura 😊

        A mí me pasa un poco como a Sonia jajaja. Este tipo de lecturas, en ocasiones, me echan un poco para atrás (a veces, además, son demasiado “exigentes”, por así decirlo) pero a la vez (aunque me cueste jeje) disfruto de una prosa elaborada y de tipo así más poético (que también hay que decir que a veces no hace falta que una prosa sea elaboradísima y super poética para que sea bonita y, además, eficaz).

        En cuanto al primer capítulo, yo creo que la concepción de la vida y también del amor de Bartholine vienen filtradas por esa perspectiva poética y lírica que tanto le gusta y la caracteriza. Y justo se enamora de Lyhne por eso, ya que él trae todo lo que ella desea: poesía, arte, lo exótico, las historias de otros lugares… No obstante, esto, a lo largo de su relación con Lyhne le lleva también a una decepción o desilusión, pues se enfrenta a la realidad: Lyhne, que, aunque en el noviazgo representaba ese espíritu poético que tanto gustaba a Bartholine, resulta que no responde para nada a ese ideal poético que causó su enamoramiento. No sabría muy bien decir por qué Lyhne se siente agotado, pero yo creo que más o menos lo que le podría pasar es que se ha cansado de interpretar un papel y de fingir una personalidad que no le corresponden (me quiere sonar que el narrador dice que todos esos viajes, todo ese aprendizaje, el arte y la poesía que conoce no causan nada en él, por lo que esa postura poética es impostada para enamorar a Bartholine). Y aquí estoy de acuerdo en lo que dice Sonia: “Respecto a Lyhne, en el amor y la guerra todo vale pero si aparentas lo que no eres por amor no podrás mantener la farsa mucho tiempo”. También estoy de acuerdo en pensar que “Que te guste la literatura poesía etc… no te hace una persona especial (aunque no cuentes con nadie alrededor que le guste)”. Por otro lado, yo creo que no es inevitable que las expectativas idealizadas conduzcan a la frustración, aunque quizá es difícil que no ocurra (y, de hecho, suele ocurrir bastante jajajaja), pero yo creo que aquí lo importante es lo que señala Sonia: “Los sueños son un motor importante en la vida pero si no eres capaz de aceptar tu realidad y disfrutarla vas mal”. Quizá la idea sería equilibrar las expectativas y los sueños que se tengan con la realidad y el presente que se está viviendo porque sino el golpe puede ser durísimo. En este contexto… el nacimiento del hijo no sé qué importancia puede tener… Para Lyhne es un consuelo, llega a decir el narrador, por esa idea del hijo que reconcilia a la pareja…

        Sobre el capítulo II, me llama la atención esa idea que planteas, Cristina, del niño como puente entre dos mundos opuestos: Niels, al aceptar y gustarle tanto el pragmatismo del padre como la melancolía de la madre, es ese punto de diálogo y de comunión entre esos opuestos. En cuanto a las palabras del narrador, yo creo que los sueños dan sentido a la vida, nos mueven en ella, nos permiten crecer, motivarnos, ser felices con algo, etc., pero como decía antes, puede ser peligroso que la vida solo tenga el valor de los sueños ya que no estaríamos en el mundo como tal, sino siempre en ensoñaciones y fuera de la realidad, rotos y frustrados por ver que nuestros sueños y nuestra realidad no son compatibles. Los párrafos que describen los miedos e inseguridades de Niels me han dado pena, pobrecillo. Al fin y al cabo, le está llenando la cabeza de sueños y fantasías que están por encima de su realidad, de sus posibilidades, de lo que es o puede llegar a ser, lo que genera miedo e inseguridad en el niño. Esto me ha hecho pensar en un libro titulado Psicoanálisis de los cuentos de hadas, de Bruno Bettelheim, donde el autor habla del valor simbólico de los cuentos de hadas, que permiten a los niños abordar sus miedos y conflictos internos. Así, un niño, por ejemplo, se identifica con un protagonista que supera los obstáculos, crece y termina superando esos miedos que pueda tener. Hay una resolución del problema que fortalece el yo infantil y permite al niño solucionar sus problemas, desarrollar mayor confianza, etc. Pero, en este caso, me parece que Bartholine no está atendiendo a esos miedos o conflictos del niño, permitiéndole crecer, sino que le genera sus propios miedos e inseguridades al contarle historias de protagonistas o fantasías imposibles. El niño no puede identificarse con ello, por lo que se siente inseguro e inferior. Los cuentos de Bartholine no permiten fortalecer ese yo infantil, superar los miedos de Niels o ayudarlo en su desarrollo identitario, sino que, como dice Sonia, le generan traumas… De ahí que el pobre Niels busque a su padre cuando se ve desbordado por tanta fantasía e imposibilidad: busca la tranquilidad que le da la cotidianeidad, el día a día, el pragmatismo y la realidad. No sé muy bien si el autor defiende la importancia de los sueños o advierte contra su exceso, quizá ambas: defiende el valor de los sueños, pero advierte del peligro de dejarnos llevar por ellos; abogando, quizá, por un término medio, el pequeño Niels, que simbolice un equilibrio entre fantasía y realidad, ficción y razón.

        En el capítulo III vemos cómo Niels se enamora de Edele. La vida de Niels cambia: primero, porque es un amor adolescente y sus historias también pasan a incluir “princesas descalzas” y segundo, porque tras escuchar la conversación entre Bigum y Edele y el rechazo de la segunda, se lleva un palo muy grande sobre el sufrimiento y el amor.  Yo creo que Niels vive su enamoramiento por Edele de forma idealizada, casi como que la diviniza y va besando objetos que le pertenecen… Y hablo de un amor idealizado de adolescente porque Niels, según el argumento de la novela, no llega a conocer en serio a Edele, sino que la ve como un ser perfecto, superior, bellísimo y divino. El rechazo de Edele a Bigum es firme, como dices tú, Cristina, y muestra eso mismo en su figura: no se deja llegar por los halagos o las palabras de Bigum, sino que es firme en su negativa, posicionándose en contra de crearse ilusiones y expectativas y alimentar sueños sobre algo que se sabe de sobras que no es ni va a ser real. Otra vez aparece esa oposición entre contrarios, esa lucha entre fantasía y realidad y la necesidad de tener los pies en la tierra. La manera en la que Edele rechaza al señor Bigum… bueno, me ha generado las tres sensaciones. Me parece cruel porque, de alguna manera, me pasa un poco a como a Sonia y he visto a Edele un poco soberbia y considerándose superior a los demás; pero, por otra parte, también me parece un mensaje justo porque está poniendo límites y no está alimentando las esperanzas de Bigum, aunque pueda parecer crudo el aplomo y la imperturbabilidad con la que lo dice (casi como sin sentimientos, fría, distante…). Y, por último, yo creo que sí, que el rechazo de Bigum representa la obstinación en los deseos imposibles: al final, alimenta un sueño y una fantasía que sabe imposibles y por ello es desdichado.

        Me está gustando la lectura, la verdad. A veces tengo que releer algún párrafo para enterarme bien de lo que el autor me está contando jajajaja, pero la trama me gusta y la oposición de ilusión realidad me parece muy interesante… A ver qué le depara a nuestro pequeño Niels en las páginas que nos quedan 😊 ¡Un abrazo a todos/as!

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    2. Avatar de Cristina Rubio

      ¡Hola, chicas!

      Al igual que a vosotras, a mí también me gustan los libros que están escritos de forma directa y sin mucha floritura. Sin embargo, esta novela a pesar de ser muy poética, creo que sencilla de entender, al menos de momento. Además, al igual que a ti, Sonia, el argumento me ha atrapado.

      En el primer capítulo, Bartholine pasa de la ilusión y la alegría, durante el noviazgo, al desencanto y la tristeza tras casarse. Creo que Lyhne se esforzó mucho por agradar a Bartholine, tanto que fingía ser alguien que realmente no era. Tras el matrimonio, Lyhne se siente cansado y sin ganas de esforzarse en actuar de una forma que no le gusta. Por lo que estoy de acuerdo contigo, Sonia: “Respecto a Lyhne, en el amor y la guerra todo vale pero si aparentas lo que no eres por amor no podrás mantener la farsa mucho tiempo” y contigo Lucía: “Lyhne, que, aunque en el noviazgo representaba ese espíritu poético que tanto gustaba a Bartholine, resulta que no responde para nada a ese ideal poético que causó su enamoramiento”. Estoy totalmente convencida de que cuando nos enamoramos tendemos a idealizar a la otra persona y es con el paso del tiempo cuando descubrimos sus defectos, esto lleva muchas veces a la frustración y al desamor. Creo que aquí el autor, ha descrito a la perfección como una pareja de enamorados se aman sin conocerse realmente, y cuando se quitan las máscaras toda la ilusión muere. Porque Lyhne ya no quiere seguir fingiendo, quiere mostrarse tal y como es. Por otro lado, que nazca el hijo creo que es una forma de animar a la pareja a no separarse, pero a veces ni el nacimiento de un bebé puede evitar la ruptura definitiva.

      En el siguiente capítulo veos que el pequeño Niels, vive en medio de dos polos opuestos: su madre, dedicada a pensamientos elevados, poéticos y su padre, quien vive totalmente alejado de la poesía. Al niño le gustan los pensamientos elevados de la madre, pero con quien se siente a gusto es con su padre con pensamientos más simples y anclados a tierra firme. Cuando el narrador afirma “la vida tan sólo tiene el valor que le confieren los sueños” me parece muy acertado. ¿Qué sería la vida sin sueños? Pero también creo que debemos soñar con cosas que podamos conseguir porque es frustrante perseguir sueños inalcanzables. Como muy bien señalas, Lucía: “Puede ser peligroso que la vida solo tenga el valor de los sueños ya que no estaríamos en el mundo como tal, sino siempre en ensoñaciones y fuera de la realidad, rotos y frustrados por ver que nuestros sueños y nuestra realidad no son compatibles”. Tras leer este capítulo, creo que el autor más que defender la importancia de los sueños, nos está advirtiendo contra su exceso a través de la infelicidad de Bartholine tras su matrimonio. Respecto a lo que comentáis las dos sobre el trauma que le está generando a Niels la excesiva imaginación de la madre, debo reconocer que no había pensado en ello, pero creo que tenéis toda la razón.  

      En el tercer capítulo, la llegada de Edele transforma a Niels, pues por primera vez experimenta las consecuencias del enamoramiento. Además desde fuera puede observar el comportamiento del señor Bigum que también ama a Edele. Niels idolatra a Edele, sin conocerla, y que él bese objetos pertenecientes a ella, nos hace ver que más que enamorado, Niels está obsesionado. Por otro lado, la respuesta que Edele le da al señor Bigum para rechazarle creo que es muy sincera, clara y tiene mucha razón: “Uno cierra los ojos a la realidad, no quiere escuchar el «no» que clama contra sus deseos, pretende olvidar el profundo abismo que hay entre el anhelo y el objeto de su anhelo. Quiere que su sueño fructifique”. Es así como sucede, desear algo que no podemos tener siempre nos lleva al sufrimiento. A diferencia de vosotras, no veo en la respuesta de ella nada que se le pueda reprochar. El señor Bigum simplemente debe aceptar que por mucho que él deseé a Edele, ella no le va a corresponder nunca. Y sí, obstinarse en deseos imposibles causa muchísimo sufrimiento que podríamos evitar si simplemente si abriésemos el corazón y liberásemos los sentimientos amorosos no correspondidos sin miedo, sin enfado, simplemente aceptando la realidad tal y como es.

      Al igual que a ti Lucía, a mí también me está pareciendo muy interesante “la oposición de ilusión y realidad” que señalas. ¡Sigamos leyendo! 😃

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